Palabras con palabras, puñados de sensaciones y algo de música

jueves, 26 de marzo de 2009

Persona

Cuando quiera que suspiros entonces remedios de coca-cola. Que si llueve debajo del mar nunca hará tanto frío como entre los dientes del invierno. Recoge tus cosas, haz la maleta y desaparece entre las hojas de un sauce llorón. Que si llora es por algo pero su llanto no revienta los tímpanos de un niño que juega a las canicas. Lo intenta y no puede. Si acaso se cuela entre el mantel de la vecina y las sábanas de una monja, y va a parar a la orilla de tus dedos. Está prohibido quitarse el delantal y colgarse un saco de patatas. Los espaguetis, el parchís y las chapas. El conejo de la suerte preguntó ayer por qué la noche silbaba en Sí bemol y no contó con él para susurrar verdades. Encuentra el pañuelo donde ponía “es posible” y mételo en una botella. Si el sol lo quema, vuelve hacia atrás, llama a tu infancia y grita. Sin miedo. Con fuerzas. Sin rencores. Con aliento. Sin miedo. Y cuando quiera que suspiros, remedios de coca-cola.

2 comentarios:

  1. Las sábanas de una monja... me gusta jajaja.
    También me gusta el estilo surrealista, aunque siempre tiene algo de sentido.
    Es posible, es posible....
    Muaaa

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  2. que cosa tan bonita. sin rencores y sin miedo...siempre perseguir eso. a veces dificil.bonito.stop.

    mua!!!!

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